Esta semana vuelvo con mi objetivo de daros a conocer algunos términos habituales en las salas de gimnasios. Así que, hoy en el abecedario fitness os explicaré dos rutinas muy conocidas por todos aquellos que están interesados en este “mundillo”: la rutina Weider y la fullbody.

Estas rutinas son las que actualmente más se practican en los centros deportivos especializados en fitness, pero también son las que más polémicas están generando.

Yo con este post no voy a entrar en criticar una u otra, me voy a limitar a explicaros en qué consiste cada una de ellas de forma sencillas. ¡Eso sí! Debo deciros que la diferencia entre ambas, y sus resultados, son notables.

 

  • WEIDER

Esta es la típica rutina que practican los aficionados al culturismo. Partiendo de esta base, os pregunto a todos los que lleváis un tiempo realizando este tipo de rutina: ¿No sentís que estáis un poco estancados? Tanto a los que sois algo veteranos en esto del fitness como a los que sois amateur, os costará obtener el mismo resultado que los culturistas. ¿Por qué? Es por todos sabido que muchos de estos deportistas utilizan sustancias químicas (no todos, es obvio), hábitos muy extremos de alimentación y rutinas de entrenamiento que a vosotros os costará igualar.

La rutina Weider consta de trabajar 1 o 2 grupos musculares al día, provocando una fatiga muscular que el cuerpo no puede asimilar. Esto significa que llegará un punto en que el músculo dejará de desarrollarse, estancándose e incluso perdiendo tono muscular. En definitiva, lo que se conoce como la teoría de la “supercompensación”. Una teoría, que como he comentado antes, los culturistas sí pueden llegar a realizar gracias a sus hábitos tan estrictos. Hay que destacar que este tipo de rutina consta de una ejecución básica y sencilla para todo el que la quiera practicar.

 

  • FULLBODY

La clave de esta rutina se basa en que diariamente trabajarás todo tu cuerpo con ejercicios multiarticulares. Con ello me refiero a trabajos como: peso muerto, dominadas, press de banca, sentadilla, remo, etc. Este tipo de entrenamiento no trabaja de forma analítica; es decir, no entrenarás un músculo aislado de forma específica, a no ser que uno de estos se esté desarrollando de una forma más lenta que el resto. Con esta rutina trabajas grandes grupos musculares sin llegar a fatigar uno en concreto.

Al mantener activos tantos músculos hay un mayor gasto calórico, una mayor liberación de testosterona y de la hormona de crecimiento, lo cual ayudará al desarrollo de tus músculos. Así, al fatigar menos tus fibras musculares favoreces a que tu cuerpo siga la regla de la “supercompensación”. Lograrás una evolución positiva, pero con unas rutinas de trabajo con ejercicios de ejecución complejo y una técnica que deberás depurar para evitar lesiones.

Después de esta explicación básica espero que podáis sacar vuestras propias conclusiones y os decidáis por la rutina que más os convenga o que creáis que es más idónea para vosotros. Espero que os haya sido útil.