Son muchos los que tienen en el deporte su válvula de escape para desconectar del estrés del día a día. Salir del trabajo y lanzarse a hacer ejercicio, sin pensar en las consecuencias que puede acarrear el no hacer una buena preparación previa al deporte que vayamos a realizar.

Últimamente hay un aumento del interés por la vida sana, y en concreto por el deporte. Pero ese aumento también deja anualmente un amplio porcentaje de lesiones entre todos aquellos que se lanzan a ello sin una preparación correcta.

Toda disciplina deportiva requiere de unas condiciones físicas específicas. Yo en este post me quiero centrar en tres de los deportes más practicados por la gente en su tiempo libre. Cada uno de ellos con sus necesidades y sus posibles lesiones, si no nos preparamos como es debido.

FÚTBOL

¿Cuántos de vosotros no pertenecéis a un equipillo de amigos que se junta una vez a la semana para jugar un partido por el barrio? El fútbol es uno de los deportes más practicados por gente amateur y, por tanto, uno de los que más lesiones produce.

En este caso, yo os puedo hablar en primera persona. Como ex futbolista profesional, y teniendo una preparación física diaria y concreta para ello, tuve que colgar las botas tras varias lesiones importantes.

  • Preparación física: Lo idóneo para todos los que jugáis al fútbol, aunque sea en modo “pachanga” con los colegas, es un buen fortalecimiento del tren inferior: cuádriceps, bíceps femoral e isquiotibiales, gemelos, glúteo y core (zona abdominal y lumbar).
  • Lesiones: Las roturas de fibras, los esguinces de tobillo y rodilla, los desgaste y rotura de menisco… son algunas de las lesiones más habituales. Pero la más grave, y que en los últimos años produce más visitas a las consultas traumatológicas, es la LCA (Rotura del ligamento cruzado anterior).

RUNNING

La fiebre del running es ya un hecho. Su bajo coste y su facilidad de practicarlo en cualquier lugar, hace de éste el deporte más practicado en todo el mundo. No hay nada más fácil que ponerse unas zapatillas, un chándal y salir a la calle. Cualquiera lo puede hacer y cualquiera, obviamente, se podrá lesionar. Víctimas fáciles.

  • Preparación física: No todo el mundo tiene la misma pisada, ni una correcta técnica de carrera y, como es lógico, unos músculos acondicionados para ello. Lo primero sería saber qué tipo de pisada tienes, y por tanto, qué tipo de calzado necesitas. Después, intenta infórmate sobre cómo debe ser tu óptima técnica de carrera. Y, súper importante, fortalece todos los músculos que rodean la estructura de tu espalda, tu cadera, rodillas, tobillos… Todos ellos son los que soportan el continuo impacto de la carrera. Con tus músculos a tope, tus huesos no sufrirán.
  • Lesiones: Las más típicas son la fascitis plantar (lesión en el calcáneo/talón o planta del pie), la rotura de fibras, la condromalacia rotuliana (degeneración del cartílago y desviación de rótula), tendinitis (la más habitual es la rotuliana), la periostitis tibial y, como no, los tan comunes esguinces.

CROSSFIT

Este deporte que aúna tres disciplinas deportivas: halterofilia, gimnasia deportiva y atletismo, se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos. Tres deportes en uno que requiere, lógicamente, una preparación superior. Son muchos los que opinan que no es apto para todos los públicos. Pero en mi opinión, como especialista en crossfit, eso no es cierto: el truco está en una buena adaptación personalizada.

  • Preparación física: Antes de darle al crossfit a tope deberías trabajar la fuerza con ejercicios básicos: sentadillas, press de banca, dominadas (incluso con ayuda), press de hombro y peso muerto. Además, debes aprender/depurar al máximo las distintas técnica de halterofilia (cargadas, clean and jerk, push press, thruster…). A todo esto, súmale un buen trabajo cardiovascular.
  • Lesiones: En la espalda pueden producirse lumbalgias, con desencadenantes como protrusiones o hernias discales. En hombros los daños más comunes son las luxaciones y la bursitis. Mientras que en las rodillas pueden aparecer tendinitis, desgaste o incluso rotura de menisco. Al igual que en los deportes anteriormente nombrados, las contracturas y roturas de músculos están a la orden del día.

Sal del trabajo y desconecta. Practica el deporte que más te guste. Solo o con amigos. Pero lo más importante: acondiciona tu cuerpo para ello. Pide ayuda a un profesional, si es necesario… Así evitarás lesiones y disfrutarás al máximo.